Jornada nº23, el mismo dilema, la misma tónica. Y como llevo diciendo desde hace mucho tiempo, por desgracia para nosotros, el sevillismo, será la misma hasta el final. De nuevo los errores propios, así como la ausencia de Doña Suerte, hacen que nos volvamos de Santander con las manos vacías y con una cara de tonto que todavía nos dura. Era increíble que como se iba desarrollando el juego del partido se nos pusiera cuesta arriba tan pronto.
Es una pena decirlo, parecía que nunca iba a llegar a decir esto, pero el ciclo de Andrés Palop en éste Sevilla tan exigente está llegando a su fin, nos guste o no, y salvo que nos demuestre lo contrario, en una temporada que de lo que llevamos está dejando mucho que desear tras su EXTRAORDINARIA, MARAVILLOSA y EXITOSA trayectoria que nos llevó hasta la gloria, pero si hay que decirlo, pues se dice y no pasa nada. No es una aberración, todos somos humanos y el paso del tiempo nos pasa factura a todos. ¿Os que es un delito decir esto?, ¿Por qué para los medios oficiales del club, algunos de los que la forman parece que sí? Pues que quiere que os diga, y me duele decirlo como al que más, pero Palop, lleva una temporada, cuyos errores son impropios de su enorme trayectoria, y no lo digo por la actuación de anoche que clama al cielo, sino miren atrás y veréis, os daréis cuenta de que llevo razón. Anda que si lo de anoche lo hace Varas, uuufff pobre chaval la que le hubiese caído, incluso se podría decir que por su corta experiencia sería normal, pero ¿Palop?. Y no pasa nada por decir las cosas como son, yo seguiré confiando en el, por supuesto, pero en Junio, más vale que vayamos buscando portero, al menos que le pelee el puesto al que para mí siempre estará en un altar.
Pero al igual que no toda la culpa es de Palop, tampoco se puede reprochar a la derrota de anoche al míster, Gregorio Manzano. Qué culpa tiene el entrenador de los errores del portero, así como errar un penalti, o el no marcar una ocasión de gol clarísima como la que tiene Fazio delante de la portería. Y que Negredo estalle un balón en el palo, así como que el balón pase por delante de la portería y que el delantero llegue tarde al remate. Así como que encajemos un gol en propia puerta con toda la mala suerte del mundo. A mí no sólo me gusto el planteamiento desde el inicio, sino los cambios que realizó, aunque tardó un poco en sacar a Luis Fabiano, cuando íbamos perdiendo, pero al menos no dejó de cambiar el dibujo y buscar las opciones. Hizo lo que no a echo en partidos anteriores.
Pero el fútbol es como es, creo que no merecimos la derrota, es más hicimos mucho para habernos llevado el partido y los tres puntos, pero cuando la cosa está como está pasa lo que pasa. Ahora sólo queda mirar al Oporto, creernos que podemos dejarlo en la cuneta como hicimos con los alemanes de Dortmund…¿y por que no?
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