LA CANALLA YA LLEGÓ

Ya están aquí, por desgracia ya volvió. Ya comienza a notarse y por más que quieras, siempre están ahí, queriendo dar la nota. El circo levantó la carpa, pronto comienza apestar.

La cosa ha comenzado con una pregunta en una entrevista que los catetos de aquí, la que dicen que es la nuestra le preguntan a Marcelino. La pregunta trata que si él ve que la canalla puede hacer frente a nuestro Sevilla FC, el míster tan sólo dice que no. Pues bien, el telón se recogió y los payasos asomaron la cabecita. Primero el que tiene nombre de electrodomésticos. Nos viene a decir que si en su contrato viene incluido atacar al circo. Segundo su presidente, que yo no sé si es presidente, o no sé qué historia se ha inventado, la verdad, no lo sé. A éstos parece que hay que ir a explicarles las cositas por escrito. Las criaturitas o no entienden lo que se quiere decir, o siguen sin cicatrizar la herida de la ENVIDIA. Queda claro que dicha herida no sólo sigue abierta sino que les supura.

Yo al míster, a Marcelino me tomaría la libertad de aconsejarle de que por el bien de nuestra salud, no mencionara a la canalla, así como que tampoco se metiera en enredos de unos cuantos papanatas que les va la movida. Puesto que una vez que entra en su rol, se convierte en un círculo vicioso difícil de salir, más cuando tratas con gente cuyas neuronas brillan por su ausencia.

En todo esto hay una cosa muy curiosa. Ellos se sienten ofendidos no sólo por una cruda realidad, sino por chuminadas sin más importancias. Sin embargo, sacan una campaña de abonos cuyo principal objetivo es ser el club andaluz con más socios, uuuuuuuuuaaaaaaaaaahhhhhh, que pasada tío, puf, que maravilla, ea pues nada, si lo conseguís, yo en persona os doy un pin. Mientras nosotros hablamos de competición europea como principal objetivo y si puede ser Champions pues mejor que mejor, la canalla se refiere a tener más socios que ninguno. Ea pues venga, la piruleta para ustedes…¡¡¡por favooooorrrrr!!!. Si estáis donde estáis porque una ley os ampara mi arma. Más triste que esto. En fin, lo dicho, nosotros a lo nuestro, que la peste ya llegó…