Ya hacía tiempo que no me aburría tanto un partido de fútbol, pero lo que vi ayer pudo más allá del aburrimiento. Y lo que me temo es que no será el único partido que se nos dé así. Mas por el rival al que nos enfrentemos que por meritos propios. El nivel del fútbol de éste país es pésimo y eso se refleja ante rivales con poca maniobrabilidad futbolística, los cuales tienen la idea clara de plantarse bien defensivamente y buscar el resultado, esto también es fútbol. El espectáculo queda para los galácticos. Sino fíjense como se está dando la jornada, la mayoría ganan o pierden según se mire por la mínima y más concretamente con el resultado de 1-0-1.
Nuestro Sevilla FC tardó en entrar en el partido. Comenzó muy dubitativo, veíamos que entrar por las bandas era tarea muy complicada y no terminábamos de ver las cosas claras. Con el tiempo nos hacíamos con la manija del encuentro ayudado por la negativa del rival para mirar hacia delante, lo que hacía que pasásemos la mayor parte del tiempo de juego en terreno contrario. El juego, las ocasiones y el control del partido era nuestro. Una jugada bien enlazada hacía que el gigante de Malí dejara los tres puntos en nuestro casillero y todos contentos. Sigo pensando que todavía le queda a Marcelino mucho trabajo por delante y el tiempo dirá si el equipo es capaz de asimilar la filosofía del asturiano.
La media inglesa te lleva a los objetivos, pero la siguiente salida se nos da muy mal y el próximo rival que nos visita a nuestra casa de Nervion, medirá nuestro nivel para pelear por el tercer puesto.
¡¡¡A POR ELLOS!!!...lo importante sumar, y si es de tres en tres, mejor que mejor.
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