SEGÚN COMO SE MIRE

No sé yo si el milagro se obró empatando en el Nou Camp, o haciéndolo en la noche de ayer ante el Racing de Santander en el minuto 92 de partido. Un punto para nuestro casillero, seguimos sumando, seguimos invictos, pero hay que cosas que te dejan con la cara de tonto.

Vaya por delante que soy consciente de que el fútbol son once contra once, y ante el FC Barcelona ya se demostró. Pero de ahí a que regalemos los puntos ante un rival que no tiene nivel ni para estar en primera deja mucho que pensar. Estoy un poquito harto de ver que nuestros jugadores se busquen las tarjetas a base de protestar y demás chuminadas, y cuando te lo tienes que jugar en una falta táctica no lo haces, ¿pero a que jugamos?. Me parece no increíble recibir los dos goles, sino permitirlo haciendo fútbol de patio de colegio. No sólo el Racing no se mereció en absoluto que se llevara nada del Sánchez Pízjuan, sino que lo peor es que fuimos nosotros mismos los que se lo permitimos. Llevo tiempo diciendo lo mismo, cometemos errores que no son ni para creérnoslo, le damos la vida a rivales que no nos llegan ni al tobillo, o al menos eso quiero pensar yo. Ante el Sporting paso tres cuartos de lo mismo, aunque ese día pudimos sacar adelante el resultado. Y anoche conforme iban pasando los minutos se veía que un mediocre Racing podía darnos el día.

Por otro lado, y no me queda otro, acabe contento por el punto salvado y porque aún no conocemos la derrota, que ya es mucho. Pero es una pena que ante un rival tan débil, no sepamos sacar mayor provecho. En la previa al partido, dije que era un rival propicio para estar obligado a sacar los tres puntos y sucedió lo mismo que la temporada pasada. El próximo lunes el Granada, otro de los de abajo, vuelvo a decir lo mismo, los tres puntos se tienen que quedar en nuestro casillero. Esto no hace más que confirmar el pésimo nivel de competición que rige en nuestra liga.